Españoles en proyectos secretos de la URSS

Notas del artículo.

[1] Los soviéticos quisieron atar todos los cabos sobre el descubrimiento del técnico español, hasta el punto que solicitaron informes a los aviadores soviéticos que habían convivido en los campos de Poltava y Myrhorod (Ucrania) con las tripulaciones de los Boeing B-17 y B-24 (8ª y 15ª Fuerza Aérea USAF) en el marco de la Operación Frantic (junio-septiembre 1944) acordada en la conferencia de Teherán. En la capital iraní se estableció que los bombarderos USAF podían tomar tierra en Ucrania una vez hubieran bombardeado Alemania, haciendo el viaje de vuelta una vez repostados de carburante y bombas. A Lloret le dijeron los ingenieros soviéticos que en los aeródromos ucranianos se constató que los B-17, equipados con los mismos lanzabombas, tuvieron varios problemas ya que hubo varios casos de bombas que se quedaron colgadas durante el lanzamiento y luego caían durante el aterrizaje, destrozando el fuselaje del avión y, en ocasiones, explotaron.

[1] Estos trabajos fueron presentados al Premio Nacional Stalin de Ciencia e Investigación, siéndole concedido a los jefes de la secciones, excepto a Lloret, alegándose que era extranjero. A cambio le dieron un premio especial y le subieron el sueldo.

[1] Lloret recuerda que La vida que llevábamos durante esas pruebas era muy aburrida, pues el poblado que había cerca del aeródromo era muy pequeño y solo tenía un restaurante que era del destacamento militar, donde nosotros estábamos destinados. Lo único que cabe destacar es que nuestra dosis de bebida en las comidas era muy elevada. Diariamente yo hacía un pedido de 8 litros de alcohol destinado para el sistema anticongelante del avión, pero como casi que no lo utilizábamos en el vuelo, durante la comida y la cena liquidábamos el contenido de termos de 8 litros. Éramos 13 bebiendo alcohol, pues el Comandante piloto solo bebía vino tinto. Ahora no me explico cómo podíamos beber tanto alcohol, supongo que éramos jóvenes y también comíamos mucho.

[1]Libro JUNG

[1] Moreno Izquierdo Los niños de Rusia. José García Lloret retornó a España con su familia atravesando Europa con un tren hasta la frontera de Hendaya y se instaló en Valencia sin, al parecer, ser interrogado por la policía ni la CIA (de hecho, no aparece citado como informante en el libro de Moreno Izquierdo).

[1] Archivo Histórico del Partido Comunista. Tesis y Manuscritos. 44/10

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