Reseña a «Las batallas de Coronel y Malvinas», de Carlos Ruiz Mateo
Por Javier Yuste González
Título completo: «Las batallas de Coronel y Malvinas. La odisea del Escuadrón de Asia Oriental del vicealmirante Graf von Spee. Noviembre-Diciembre 1914»
GALLAND BOOKS.
Serie Gladius
Primera edición: mayo de 2018
ISBN: 978-84-16200-92-4
112 páginas
A pesar de la profunda y fiera cicatriz que dejó la Gran Guerra hace apenas un siglo, ésta siempre ha quedado a la sombra de toda la perfidia y el atractivo atribuidos a la segunda guerra mundial. Y dentro de la misma contienda industrializada, cualquier combate lejos de los campos de Flandes quedó relegado tras inamovibles frentes rodeados por campos picados por la viruela de los obuses y los gases, en los que se esperaba a una hora determinada para lanzarse hacia una nueva masacre. Incluso las dos batallas que decidieron la suerte final del Escuadrón alemán de Asia Oriental del vicealmirante Graf von Spee quedaron afectadas negativamente por las atrevidas y románticas peripecias protagonizadas por un antiguo integrante del mismo a lo largo del océano Índico: el SMS Emden, con misión de corsario contra los intereses comerciales británicos.
De las batallas de Coronel y Malvinas solo sabía, hasta la lectura de este corto pero intenso y ameno ensayo, que la segunda acabó muy mal para las armas alemanas. Aquel desamparado escuadrón de von Spee asemejaba a un Quijote sin una mano amiga al alcance y sin posibilidades de recibir provisiones, lo cual se granjea al instante nuestra simpatía, más aún cuando es perseguido con la tradicional inquina inglesa. Gracias a Carlos Ruiz Mateo (responsable del foro El Gran Capitán) he tenido la oportunidad de aprender y disfrutar de este trocito de Historia que el autor ha sabido hilar con precisión, y tras una excelente labor de documentación, traducción de fuentes extranjeras y sintetización, un rico tapiz que, a diferencia de otros títulos que pueden echar para atrás hasta al más bragado, no termina siendo una lista aséptica de datos, cifras y fechas. Y lo agradable de leer a Carlos es ese regusto de narración de aventuras que destilan las páginas de sus libros, sin abandonarse en los lánguidos brazos de la insustancialidad y la bruta reproducción de los trabajos de otros: un buen divulgador enseña y no aburre. Se advierte la pasión por la Historia y una urgente necesidad de recuperarla con un tono objetivo pero humano, tomando como vehículo una prosa que no obvia elementos aportados por los propios protagonistas de los avatares bélicos de Coronel y Malvinas, los cuales hacen gala de cierta gallardía y arrojo, pero también de exceso de confianza e ineptitud, sobre todo por parte del Almirantazgo británico, quien se alza como injusto vencedor.
Carlos traslada a las poco más de cien páginas de este volumen una crónica veraz y acertada de cuanto sucedió durante las semanas de conflicto, condimentándolo generosamente con anécdotas y apoyando sus valoraciones personales (que no por ello menos formadas) en diarios, memorandos y comunicaciones, herramienta de la que no abusa.
Al contrario de lo que sucede en muchos ensayos, en éste se aprecia el encarecido esfuerzo de aquel que estudia en soledad y a la luz del flexo acontecimientos históricos y alcanza una visión global y completa de un solo evento para un fin divulgador, algo de vital importancia en un mundo como el actual, sobrado de información y escaso de inteligencia. Así, he disfrutado de cada capítulo, más si cabe de los actos de unos hombres que sellaron sus propios destinos y que actuaron, aún a su pesar, tal y como se esperaba de ellos; también de descubrir las luchas internas dentro del Almirantazgo británico y lo cerca que estuvieron von Spee y los suyos de triunfar aún estando en inferioridad de condiciones contra un enemigo mejor blindado, pero peor dotado de tripulaciones artilleras.
Y si he dado con algo negativo en este título, aparte de los perdonables errores de puntuación, es la mala costumbre de la editorial Galland Books por comprimir al máximo los trabajos que accede a publicar, escogiendo tamaños de letra que desafían a los que vemos mal de cerca y achicando los márgenes hasta lo escandaloso para ahorrarse costes de imprenta.
Ya quedé con buen sabor de boca con el anterior ensayo de Carlos, «Schlachtkreuzer», dedicado a los cruceros de batalla alemanes durante la Gran Guerra, aún cuando éste era algo reiterativo por la forma (necesaria) de presentar cada buque y su hoja de servicio, coincidiendo muchos en los mismos encuentros de guerra. Pero esta vez la experiencia ha sido más positiva pues lo que se quería contar se prestaba mejor a que el autor pudiera desplegar una atractiva prosa narrativa y le permitía mayor libertad.
Saludos.